El reloj se detuvo, empezó a torcerse y se rompió.
El minutero se soltó, el segundero se soltó,
la aguja de las horas de soltó.
Enfermé, envejecí, me rompí..
Mis ojos están ciegos; mis oídos, sordos; mi boca, muda.
El amor se detuvo, empezó a torcerse y se rompió.
La miel no se ve, el recuerdo del dolor va emergiendo
y la soledad llega puntual.
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